Poco hay que añadir al hecho de que el Centro, tal y como está (sobresaturado de Hermandades a más no poder), no puede acoger más proyectos cofrades. A esto habría que sumarle el hecho de que en los barrios es donde vive la inmensa mayoría de la población malagueña, a los cuales tener una Hermandad cerca de la gente que vive en ellos les sería muy positivo, puesto que así se acercarían más al mundo de las cofradías y de la Semana Santa de Málaga. No solo eso, sino que además, las Hermandades y prohermandades son grandes herramientas de cohesión social, ayudando a unir a vecinos, amigos, familias y forjar nuevas amistades en torno al amor a sus Sagrados Titulares.
Si tu familia no te inculca la Semana Santa desde pequeño y tú no la conoces de cerca porque en tu barrio no existe ninguna Hermandad que la haga posible, ¿por qué ibas a interesarte por ella y querer participar en una cofradía? Sin embargo, en el momento que ves al Cristo de la iglesia de tu barrio pasar bajo tu ventana, con el sonido de los tambores y el incienso invadiéndolo todo, y a muchos de tus vecinos o incluso familiares participando en la procesión, ¿cómo no te ibas a interesar tú? Las Hermandades y Asociaciones de barrio sirven para que la gente que no se ha sentido nunca atraída por lo cofrade porque no lo han vivido de cerca, se sientan atraídos por esta tradición de tantos siglos de antigüedad, además de hacerles mejores personas a través de la necesaria colaboración que hacen las Hermandades y Grupos Cofrades ayudando a los más necesarios.
Por ello, cuanta más gente conozca y participe en la Semana Santa de los barrios de Málaga, más gente se interesará por el fenómeno cofrade, siendo público de las demás cofradías e, incluso, formando parte de otras Hermandades (además de la de su barrio) por cuyos titulares también se sientan atraídos, incrementando así el número de hombres y mujeres de trono y nazarenos en las Hermandades ya existentes.
Para ello, un grupo de personas ha de verse atraído por una imagen. Antes de buscar imagineros que la realicen, lo suyo sería empezar a partir de una imagen de su Parroquia por la que sientan devoción, así el Grupo en cuestión se ahorra el dinero que cuesta realizar una imagen y se ahorra el largo y difícil trámite (en algunos casos) de entrar en una Parroquia, lo cual facilita las cosas y es objetivo indispensable para llegar a ser Hermandad y agruparse en la Agrupación de Cofradías, que les daría una gran difusión y ayuda para muchos de sus problemas. Por ejemplo, si a mí y a un grupo de feligreses nos mueve más el Crucificado que hay en la iglesia del barrio de Capuchinos que otra talla que sale en procesión en cualquier otra parte de la ciudad, ¿por qué no voy a luchar por darle el culto interno y externo que se merece? ¿Por qué no voy a intentar por todos los medios posibles (reuniendo gente, hablando con el párroco para que ceda la imagen en cuestión demostrándole que se es un grupo que asiste periódicamente a misa, que tiene las ideas claras para el proyecto, etc) que la imagen a la que mi grupo y yo tanta devoción tenemos salga en procesión? ¿Por qué no tener el objetivo de darla conocer a Málaga entera para que más gente sienta fe y devoción por ella y nos ayude con el proyecto y a crecer como grupo?
Y es que, aunque triste, la realidad es que generalmente, Imagen que no sale a la calle, Imagen que no es conocida y no gana devotos. La gente no se hace devota de una imagen sin más, necesita algo que la atraiga, y ese algo es ver a ese Cristo o esa Virgen en cuestión en procesión. Una procesión cuidada, con la música adecuada o en completo silencio, un patriminio decente y bonito, etc. son necesarios para captar la atención de la gente del barrio y crecer como Grupo Parroquial. Y siempre empezando poco a poco:
-Con una trono pequeño de unos cuatro varales de corta longitud que no necesite muchos portador@s (puesto que al principio es normal que no haya gente para más)
-Con un cuerpo de nazarenos decente con más adultos (que no se componga solo de adolescentes y guardería, para potenciar la figura del nazareno en la gente adulta y que vestirse de nazareno no se vea algo solamente para la gente joven, como está empezando a ocurrir)
-Una buena organización, con todo bien ensayado.
Con esto se consigue un comienzo más que digno. Con el tiempo, si la asociación hace las cosas bien, no hay problemas internos, etc. prosperará, y se podrá ampliar todo con más facilidad: nazarenos, varales (si se quiere tener un trono grande y se tiene la seguridad de que no faltarán portadores y portadoras en el futuro), incluso incluir otra Imagen a la Asociación y procesionarla.
Siguiendo estos consejos, no debería haber problemas en crear un movimiento cofrade que haga las cosas bien y atraiga a la gente a la Semana Santa. Recomendaría instalar los futuros movimientos cofrades en barrios que no tienen Hermandades ni proHermandades, de manera que habrá más gente interesada en colaborar porque no pertece a ninguna Cofradía. Y no olvidad nunca que estos movimientos son cosas serias, porque se trata de dar culto a Nuestro Padre Jesucristo y Nuestra Madre, la Virgen María.
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